sábado, 30 de abril de 2016

¿Qué son las NAMA?

Las NAMA surgen en Bali en la COP 13 de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. A través del Plan de Acción de Bali que fue uno de los documento resultantes en ese evento. Ahí se definieron las NAMA como acciones de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel sectorial promovidas por los gobiernos de países en vías de desarrollo que con ayuda de tecnología, financiamiento y fortalecimiento buscan reducir los GEI de una forma que se pueda medir, reportar y verificar.

Existen tres tipos de NAMA. La primera es la unilateral que se caracteriza por ser creada por un Estado en vías de desarrollo desde su política pública, pero sin ayuda internacional. La segunda es la NAMA bilateral la cual se caracteriza por tener apoyo internacional de un país desarrollado (el que ayuda) a un país en vías de desarrollo (el que la recibe). Finalmente la tercera, es la NAMA acreditable. Llamada así porque el CO2 que logra reducir se va al mercado de carbono.

 Los avances que se han logrado en cuanto al tema de las NAMA son la creación del Fondo Verde del Clima, en 2009 en la COP 15, cuya función es centralizar los recursos financieros dirigidos a varios instrumentos, ya sea de mitigación o adaptación, dentro de los cuales entran las NAMA. Posteriormente, en 2010, en la COP 16, se crea el Registro NAMA para la armonizar la información en una base de datos de fácil acceso para los donantes y recetores de ayuda. Ésta se consolido en una plataforma web establecida entre la COP 17 y la COP 18. Finalmente, en la COP 19, en Varsovia se adopta los lineamientos generales de Medición, Reporte y Verificación (MRV) para las NAMA domésticas o unilaterales, pero no para las bilaterales y acreditables.


miércoles, 27 de abril de 2016

Una pequeña reflexión sobre "Walden, la vida en los bosques"

Henry David Thoreau (nacido en Concord, Estados Unidos, en 1817) construyó una pequeña cabaña, cerca del pantano Walden, en la cual se estableció en 1845. Defendió una forma de vida que estuviera en contacto con la naturaleza cuya causa inspiró la creación de “Walden, la vida en los bosques”. Se negó a pagar impuestos al gobierno como protesta contra la esclavitud en América, motivo por el cual fue encarcelado; por lo que, fue el primer hombre en promover la doctrina de desobediencia civil[1].
Durante los dos años y dos meses que Thoreau vivió solo en el bosque, identificó varias acciones y pensamientos en su comunidad que hoy en día irían en contra de lo que se conoce como “calidad de vida” y “desarrollo sustentable”. Lo anterior, de acuerdo con el autor, se debe a que el ser humano piensa que no tiene elección sobre su vida. Que el éxito es algo que se debe alcanzar, pero ninguno sabe cómo. Por ello se sienten frustrados, sabiendo que el tiempo corre y tienen una meta que alcanzar.

“Les hablo principalmente a la gran cantidad de hombres que están disconformes, y que se quejan ociosamente de la dureza de sus destinos, o de los tiempos que viven, siendo que tienen la posibilidad de mejorarlos”[2].

Ese reconocimiento que busca el hombre es una pesada carga psicológica que no permite que las personas disfruten los que hacen. Actualmente, la búsqueda de mayores ingresos ha provocado en los trabajos un aumento de suicidios por estrés, lo que se conoce como síndrome de Burnout, presentado tanto en los altos ejecutivo (por mantener su status) como en los empleados comunes (por subir de puesto) [3]. Esto afecta la calidad de vida, por el aumento de dicha enfermedad.
Otra problemática que describe el autor es la dependencia y sobreexplotación que tiene la ciudad sobre campo. El estrés que se vive en las ciudades afecta de forma indirecta al jornalero quien, por estar tratando de cubrir la demanda de las zonas urbanas, se encuentra presionado e “ignorante”, debido al poco tiempo que tiene para disfrutar de un buen descanso y dedicarse a su educación. Eso es algo que mucha gente ignora y prefiere, simplemente,  despreciar a la gente de las zonas rurales por su falta de educación. Lo que no notan es que el jornalero tiene otro tipo de conocimiento que ninguna persona de ciudad tiene, por ejemplo, labrar la tierra; saber la temporada de la cosecha; cómo cuidar una planta, etc.
Thoreau observa que las personas explotan los recursos naturales sólo por avaricia y para obtener un reconocimiento. Él dice “La mayor parte de los lujos o las llamadas comodidades de la vida, no son solamente innecesarios, sino también impedimentos para la elevación humana”. Esto quiere decir que el ser humano deja de lado la innovación y la espiritualidad por la comodidad. Trabaja no por gusto, sino para cubrirse de cosas lindas que no sabe cómo ocupar. Por lo tanto, dicha acción va en contra de lo establecido por el desarrollo sustentable, puesto que ven a los recursos como algo no finito, le asignan un valor económico y de status sin pensar en las generaciones futuras.
En contra posición, Thoreau habla sobre las necesidades fisiológicas que son las más básicas tanto para tener una buena calidad de vida como para supervivencia del ser humano. Por eso, él afirma “Ningún animal de la creación necesita más que alimento y refugio”[4] ¿Entonces por qué el hombre busca más? La razón del por qué un hombre pasa de lo fisiológico a lo material lo explica el psicólogo Abraham Maslow quien sostiene que “conforme el ser humano satisface sus necesidades más elementales, desarrolla otras en las que se manifiestan deseos más elevados […] especialmente a nivel mental” [5], es decir, una satisfacción psicológica. En este caso de tener cierta cantidad o cualidad más que el otro.
El problema es que la satisfacción del hombre no tiene fin, pero los recursos naturales sí. Eso es lo que el desarrollo sustentable trata de hacerle saber al ser humano, puesto que la calidad de vida puede ser alcanzada con la mínima utilización y explotación de la naturaleza; en otras palabras, usar sólo lo que en verdad se necesite.
La razón por la que el hombre ha estado arraigado a la tierra por miles de años es porque recibe de ella sus frutos. No obstante, hoy, muchas veces las personas sólo conocen el producto final y se pierden de todo el proceso de crecimiento de una planta lo cual hace que dicho proceso no sea valorado. Es por ello, que la sociedad actual no piensa en el desarrollo sustentable. Se ha separado de la naturaleza y ya no recuerda que ésta tiene un ciclo largo para reponerse. Ahora, la naturaleza tiene que seguirle el paso a la demanda del hombre.
Lo anterior va relacionado, también, con el valor económico que se le asigna a los recursos naturales. Esto crea una idea de que se vuelven un producto ajeno al hombre lo que hace que no se puedan valorar cualitativamente como cuando son cultivadas por uno mismo.
Independientemente a lo ya mencionado, Thoreau aprendió que no tenía que complacer a los demás a partir de sus acciones y pudo descubrir lo que era la paciencia, ya que la visión del tiempo está muy relacionada con ser un hombre civilizado, porque en el poco tiempo de vida, el hombre debe de hacerse de una “vida digna” con base en el pensamiento y satisfacción de los demás. Por esa razón, no llegan a nada; puesto que cada hombre es diferente y dependerá de él su perspectiva que tenga del éxito (espiritual o material) y cuánto tiempo tarde en alcanzarlo.




[1] S/a, Henry David Thoreau, [en línea], Biografías y Vidas, Dirección URL: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/t/thoreau.htm, [consulta: 21 de febrero 2016]
[2] Thoreau, Henry, Walden, La vida en los Bosques, 1854, p. 14
[3] S/a, “Estrés laboral puede conducir al suicidio”, ElUniversal.mx, [en línea], Ciencia, 30 de noviembre de 2014, Dirección URL:http://archivo.eluniversal.com.mx/ciencia/2014/estres-laboral-suicidio-98051.html, [consulta: 21 de febrero 2016]
[4] Thoreau, Henry, Walden, La vida en los Bosques, 1854,  p. 12
[5] Ana Luisa Hernández & Humberto Morales, Geografía económica, Santillana, México, p.13

domingo, 24 de abril de 2016

La importancia de las Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación

Actualmente nos encontramos en un proceso hacia una crisis civilizatoria, debido a la actividad humana ha provocado el fenómeno del cambio climático el cual está alterando de manera irreversible el medio ambiente que es el pilar para la subsistencia en la vida del planeta Tierra. Esto, a su vez, genera una crisis sistémica al impactar la esfera económica, la esfera social  y la esfera política. La primera se ve trastocada por el agotamiento de los recursos naturales a causa de su sobrexplotación, lo que no hace posible la sostenibilidad de la actual forma de producción; la sociedad se ve impactada, a su vez, por la mala distribución de los recursos básicos para subsistir porque el Estado se muestra incapaz de asegurar las bases para una calidad de vida, debido a que todo pasa a manos de actores privados (seguridad, seguro social, educación, etc.), dejando a las personas con bajo recursos a su suerte; finalmente; la esfera política, ante la crisis ambiental y el malestar social, no sabe cómo responder a dicha complejidad. Es por ello que se habla de una crisis institucional.
Con base en lo anterior, la humanidad necesita generar una epistemología y acciones interdisciplinarias y holísticas como lo ha demostrado la Ecología política, la Economía ecológica, el desarrollo sustentable, entre otros, para asegurar la seguridad humana. En este mismo sentido y objetivo es cuando surgen las Acciones Nacionalmente Apropiadas de Mitigación (NAMA), pues los esfuerzos para contrarrestar el cambio climático no sólo surgen dentro de los Estados, sino también desde la política internacional.
Desde 1992, en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) se da la creación del régimen internacional de cambio climático el cual se ha ido retroalimentando en cada Conferencia de las Partes (COP) debido a que los países se reúnen anualmente. En la COP número 13, en Balí, como una vía de cooperación internacional de los países desarrollados a los países vías de desarrollo para la reducción de gases de efecto invernadero (GEI) se crearon las NAMA.
Existen tres tipos. La primera es la NAMA Unilateral que es aquella que surge de por parte de cada Estado desde su política pública y de manera independiente. La segunda es la NAMA bilateral, es decir, entre un país desarrollado y otro que no lo es, el primero da ayuda financiera o tecnológica o de desarrollo de capacidades al segundo; finalmente, la tercera es la que se conoce como la NAMA acreditable que va en relación con la NAMA bilateral. La única diferencia es que los GEI reducidos se van al mercado de carbono internacional.
Un ejemplo importante de una NAMA en México es la NAMA bilateral de autotransporte de carga federal que se da entre el gobierno de Alemania y México. Su relevancia se encuentra en el sector que busca reducir los niveles de GEI, pues, de acuerdo con la Quinta Comunicación ante la CMNUCC, el sector transporte es el que más contamina en México, en especifico, el de carga federal. Esto debido a su relación con la cuestión energética, pues en el país no se encuentra ni gasolina ni equipo de transporte eficiente. Conjuntamente, el papel de este tipo de NAMA es relevante en la gobernanza ambiental internacional, debido a la multiplicidad de actores de actores locales hasta internacionales que pueden participar para la elaboración y desarrollo de la misma.
 El tomar acciones en el transporte de carga federal no sólo ayudará al cumplimiento de las metas nacionales e internacionales de México, sino también, traerá consigo el mejoramiento de la calidad del aire que promueve la salud física y mental. Esto con el fin de promover la sustentabilidad social, pues la mayoría de las enfermedades respiratorias que se presentan en el sector salud son a causa de la contaminación del aire. 

jueves, 21 de abril de 2016

La Conexión entre lo ambiental, social y jurídico. Un estudio complejo

Antonio Azuela afirma que la sola existencia de normas jurídicas no es algo que pueda orientar el comportamiento humano, pues debe de haber una serie de condiciones sociales que las respalden. Con ello se puede comprender lo que hace posible y limita el derecho ambiental, ya que dentro del campo social, los actores están condicionados tanto por sus posiciones como por sus disposiciones para elaborar o seleccionar respuestas a la crisis ambiental. Esto sin contar que, dentro del mismo campo, cada persona y cada grupo pueden tener una cultura ambiental diferente la cual hace que seleccionen unos problemas, en detrimento de otros que a su parecer no son tan prioritarios, es decir, los que se conoce como selección de riesgos. En donde las percepciones compartidas por diferentes sectores de la sociedad se unen para enfrentar la crisis ambiental dada principalmente como consecuencia del pensamiento instrumental que surge con la ciencia y la modernidad, dejando de lado la divinidad de la naturaleza.
El riesgo que presenta dicha situación ha puesto en duda la autoridad de la ciencia y sus instituciones. Por ello, con el tiempo, ha venido ganando terreno la sensibilización que asigna a la naturaleza un alto valor en las presentes y nuevas generaciones. Lo que Azuela llama la “revolución gentil”. Esta vislumbre se da a partir de la belleza estética que trae consigo lo que se percibe como lo “natural”. Con ello, ha hecho que surjan los movimientos culturales ecologistas desmodenizadores que se oponen al entorno artificial que ha traído la urbanización. Es dentro de  este contexto donde el autor remarca la importancia de los parques nacionales, ya que son un sinónimo de pacificación, salud y bienestar. Recrean un espacio natural dentro de las ciudades e incluso sirven como un factor de control de la clase gobernante sobre su población por la satisfacción que generan.
La diversidad de visiones con las que se seleccionan los riesgos dentro de un contexto social debe ser estudiada desde la interdisciplinariedad, debido a que dentro del campo social, los actores de acuerdo a su visión se van articulando y poniendo en juego las relaciones de poder donde se ponderará si son más urgentes las amenazas públicas o las de seguridad nacional lo cual perjudica de manera indirecta la protección del medio ambiente. Por lo tanto, las disposiciones que se pueden identificar en el campo ambiental se pueden dividir en cuatro, de acuerdo con Mary Douglas:
  • ·        Communards: afirma que la naturaleza es frágil. El más leve desequilibrio la puede llevar a la destrucción.
  • ·        Empresarial expansiva: la naturaleza es robusta, porque sabe adaptarse a los cambios y puede regresar a su estado original.
  • ·         Jerarquista: dice que la naturaleza es adaptable pero sólo en ciertos términos, pues si presiona más allá de sus capacidades, lleva al desastre.
  • ·     Fatalista: la naturaleza es impredecible si  se le presiona o no. Por ello no debe de ser una preocupación.

Lo anterior da entender que los actores no reaccionan de igual manera ante los problemas ambientales. Eso depende de cada construcción histórica y de las relaciones sociales objetivadas de cada persona que hacen que se aferren a una experiencia (reflexibilidad) y  una idea, como el cambiarle de nombre al capitalismo a sociedad posindustrial o capitalismo tardío. Cuando lo único que se hace es rebautizar a la sociedad del riesgo, pensando que con ello, se describe  una realidad que tenga el beneficio del avance tecnológico como una forma de reducir los riesgos, más no de eliminarlos o que generan nuevos.

Todo este proceso de toma de decisiones a partir de cada persona y grupo, dentro de un habitus o contexto específico, es lo que sucede cuando lo ambiental se transforma y pasa al campo social, haciendo que el campo ambiental que alguna vez fue objetivo se vuelva subjetivo donde los intereses y pasiones están en juego. Esto trae no sólo consigo una la aparición de ciertos sociales (abogados, ONGs, gobierno, etc.), sino también semántico, es decir, la forma en la que se discute el problema. 

Fuente de consulta: 
Azuela, Antonio, Visionarios y Pragmáticos,  México, Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UNAM, 2006, 337 pp.  

domingo, 17 de abril de 2016

La respuesta a la crisis civilizatoria y sistémica

Debido al acelerado consumismo del ser humano y su actividad, promovidos por el pensamiento económico dominante, se han generado fenómenos que no son parte de la vida natural de la Tierra como es el caso del cambio climático y el calentamiento global. Esto causa una desestabilización del sistema climático que permea lo que sustenta al capitalismo, es decir, los recursos naturales los cuales son transformados por medio de la industria para obtener una plusvalía. Por lo que, sin recursos naturales ¿qué será del capitalismo y, finalmente, de la humanidad? Es por ello que Armando Bartra habla de una crisis civilizatoria y sistémica, pues para mantener el sistema económico con vida, se están agotando las reservas de hidrocarburos que contaminan el ambiente y, en conjunto con la sobrexplotación, genera una escasez alimentaria. Dicho contexto empeora con la globalización por el decremento de las instituciones democráticas. Estos son sólo algunos de los tantos efectos negativos por los que el capitalismo ha causado su propia destrucción. Entonces, ¿Cuál es la diferencia entre ésta crisis a las anteriores recesiones que se dieron en los 70’s y 90’s? Con base en lo que dice Sosa Fuentes, se habla de una “crisis unitaria, pero con varias dimensiones”[1], duradera, que afecta a ricos y pobres, y hay una cambio de carácter estructural. A diferencia de las recesiones que eran sólo una restructuración de la tasa de ganancia, eran breves, coyunturales y solamente afectaban al capital. 
No cabe duda que al ser una crisis tan compleja se necesita una respuesta innovadora desde la epistemología y la acción tanto para no llegar a la extinción del planeta como para aprovechar y desplazar al capitalismo. Para ello, es necesario dejar atrás el paradigma dominante económico-político neoliberal que sólo homogeniza el pensamiento, no permite afrontar nuevos fenómenos, y no se adapta a las diferencias locales ni deja la participación de nuevos actores. Por ese motivo, el “crear y hacer formas alternativas de desarrollo por el bien común y construir otro mundo posible fundado un nuevo cosmopolitismo de interculturalidad pos-internacional del siglo XXI”[2] es una nueva vía a la construcción de un nuevo paradigma a partir del ejercicio crítico.
El cosmopolitismo de interculturalidad se pude obtener a partir de la sinergia de los diferentes movimientos que promueven sus diferentes ideas y propuestas de organización que convergen en un interés mutuo. Sin embargo, esto llevará tiempo, puesto que aún no se deslumbra una buena comunicación. Cada movimiento cree que su agenda es la más importante para una restructuración, lo que puede llevar al caos. Lo importante es que la crisis del sistema no se da a corto plazo y da suficiente tiempo, pero el planeta no resistirá de igual manera.
No obstante, no se busca un rechazo del conocimiento científico-social, como lo establece David Barkin, si no el reconocimiento de la existencia de otros que fueron rechazados por el pensamiento hegemónico, como el de los indígenas. La forma en la que se puede construir la nueva epistemología se puede dar a partir de tres vías: el establecimiento de nuevas teorías, la unión de diversos paradigmas heterodoxos (ejemplo, la economía ecológica), y el conocimiento de comunidades cuyas cosmovisiones se edificaron fuera del capitalismo. Es por ello que se busca ampliar el diálogo de saberes y el pluralismo metodológico.
En el caso de la acción, también se ha visto la construcción de nuevas realidades como lo demuestra la nueva comunalidad cuyo propósito es encontrar otra forma de organización que sustituya el mercado para definir cómo se asignan los recursos, que garantice el nivel de vida digno y el respeto al medio ambiente. Este tipo se están dando alrededor del mundo con base en las diferentes culturas locales que hay a nivel internacional y son relevantes como objeto de estudio de las Relaciones Internacionales al ser distintas manifestaciones de las fuerzas sociales de un Estado que permean el orden mundial por abandonar su colaboración en el proceso de modernización globalizante. Por esa razón, desde mi perspectiva, la acumulación por desposesión es importante, porque es el medio para obtener los recursos naturales que éste tipo de nuevas realidades y construcciones se están negando a otorgar.
Por otro lado, algo muy importante es el impacto negativo que la crisis sistémica y civilizatoria ha tenido en los países desarrollados también, ya que esto hace dudar a los capitalistas de seguir con la continuación del sistema o simplemente pone en duda a las masas de seguir apoyando a sus gobernantes que sigue la ideología hegemónica. Esto lo define bien Antonio Arzuela desde la perspectiva ambiental en su libro Visionarios y Pragmáticos. Él habla de que a la naturaleza se le asigna un efecto de pacificación entre las clases sociales por concebirlo como algo saludable y que da bienestar. Finalmente, la percepción moderna, le dio a la naturaleza un goce estético a partir de lo que se conoce como paisaje. Por lo tanto, desde esa concepción de belleza que se contrapone con la fealdad del paisaje que genera la urbanización y la contaminación, la población de los países desarrollados demandará un cambio, debido a la percepción insana que ellos tienen de su entorno.  Con esto, quiero concluir que como los Estados desarrollados no están aislados de esta crisis, habrá un momento en que se vean a obligados a abandonar el sistema  y entrar en diálogo con las nuevas cosmovisiones y epistemologías, pues su población así lo exigirá al verse afectada.





[1] Bartra, Armando, “Crisis civilizatoria” en Raúl Órnelas, Crisis civilizatoria y superación del capitalismo, México, IIE-UNAM, 2012, p. 35.
[2] Sosa, Samuel, “Las antinomias culturales del Sistema Mundial: hacia una nueva ética global de justicia, redistribución e interculturalidad y una epistemología de Nuestra América” en Graciela Arroyo Pichardo (Coordinadora), Lo global y lo local en las relaciones internacionales. Riesgos mundiales, problemas locales y complejidad. Una visión desde el Sur, México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM y Editorial Cenzontle, 2013, p. 190.

viernes, 15 de abril de 2016

Calidad del aire

En las ciudades es donde principalmente se encuentra una mala calidad del aire que se da como consecuencia de la contaminación, ya sea de fuentes móviles o fijas, porque aumenta el número de partículas como el carbono negro y los gases de efecto invernadero. Al momento en que estás son inaladas, se quedan en las vías respiratorias, causando enfermedades cardio-respiratorias. Por ello, es que este tema tiene que ser uno de los más importantes en las agendas de cada ciudad, pues esto, aparte de impactar a la población, genera pérdidas económicas por los grandes gastos que se da en el sector salud y la discapacidad en el capital social.   

En el caso de México, anualmente mueren alrededor de  9,300 personas por causas asociadas a la mala calidad del aire, de acuerdo con la OMS. La principal fuente de partículas contaminantes es el sector transporte el cual es ineficiente. No sólo en el equipo, sino también en el uso de combustibles. En esa misma línea el gobierno, desde el ámbito jurídico, promueve es la actualización de la norma 042 y 044 que establecen los límites permisibles de emisión de partículas. Sin embargo, esto no es suficiente. Se necesita un cambio cultural en el uso del auto y promover más el uso del transporte público. 

Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Calidad del aire, [en línea], México, Centro Mexicano de Derecho Ambiental, s/f, Dirección URL:   http://www.cemda.org.mx/calidad-del-aire/, [consulta: 15 de abril de 2016] 

  

jueves, 7 de abril de 2016

Global Greens

Global Greens o Global Verde, en español, es una red internacional formada por los partidos ecologistas y movimientos políticos de alrededor 90  países  del mundo. Fue fundada en el primer Congreso Global Verde en Camberra, Australia, en Abril de 2001.Trabajan en conjunto para implementar el Carta de los Verdes Globales que es el documento donde se sientan las bases de los valores de la red como son justicia social, ecología, sustentabilidad y respeto a la diversidad. Su organización se compone de cuatro federaciones en diferentes continentes (África, América, Asía-Pacífico y Europa).   

En el caso del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), fundado en 1987 y afiliado a Global Greens, se ha puesto en entredicho su compromiso con la ecología. Por ser considerado como una franquicia familiar que sólo está para ser un aliado en las votaciones con el Partido Revolucionario Institucional. También se ganó varias críticas de organismos de derechos humanos y civiles por pedir restaurar la pena capital en México para asesinos y secuestradores. Esto dio como resultado que el 10 de febrero del 2009, el Partido Verde Europeo y la federación de Global Green de Europa dejara de reconocer al PVEM.

Por lo tanto, el PVEM de verde sólo tiene el nombre, pues a pesar de que ha promovido varias iniciativas de índole ambiental, nunca se les da seguimiento en el Congreso. Sin contar los escándalos de la ignorancia de los representantes en temas ecológicos. 


Global Greens, About us, [en línea], s/p, s/f, , 1 p., Dirección URL: https://www.globalgreens.org/es/node/1212, [consulta: 7 de abril de 2016]

Morales Alberto, "Verde de México un partido camaleón", [en línea], México, El Universal, Nación, viernes 17 de julio de 2009, Dirección URL: http://archivo.eluniversal.com.mx/nacion/169770.html, [consulta: 7 de abril de 2016] 

lunes, 4 de abril de 2016

Desarrollo Orientado al Transporte


El crecimiento acelerado de las ciudades ha hecho que la planificación de desarrollo urbano se vuelva una prioridad para evitar la contaminación y la expansión hacia áreas naturales. El Desarrollo Orientado al Transporte (DOT) es una rama del desarrollo urbano y ha surgido como el conjunto de instrumentos de política pública y mecanismos que ayudan a generar una movilidad eficaz, incluyente, equitativa y sustentable. Su principal objetivo es incentivar el uso del automóvil privado. Para ello, promueve el uso del transporte público y la bicicleta, así como la protección del peatón.


La principal importancia de éste tipo de medidas es porque se estima que las zonas urbanas generan del 40% al 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial. En el caso de México, hay 21 millones de automóviles particulares en circulación que producen el 18% de las emisiones del país. Esto representa el 4% del PIB de las ciudades mexicanas, debido a las externalidades negativas que causa como accidentes, congestión, ruido, etc.

Un ejemplo del DOT es la instalación de parquímetros o la construcción de estaciones del metro o metrobús en zonas residenciales y empresariales para que las personas puedan trasladarse más fácilmente de su trabajo a su casa sin utilizar el automóvil.



Fuente: 
Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, Desarrollo Orientado al Transporte, México, Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, 2013, 73 pp.