En 1972, en Estocolmo, Suecia, se llevó a cabo la Conferencia sobre el Medio Humano por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en donde participaron 113 Estados. La causa principal por la que se convocó desde 1968 fue debido a los problemas ambientales que estaban ocurriendo en los países desarrollados desde años antes. Un ejemplo de ello fue la Gran Niebla o Niebla Asesina la cual ocurrió en Reino Unido en 1952. La causa de dicho fenómeno fue la excesiva quema de carbón por las bajas temperaturas en ese año. Las pequeñas partículas de carbón empeoraron la calidad del aire. Finalmente, murieron alrededor de 12,000 personas por enfermedades respiratorias.
La importancia de la Conferencia radica en ser la primera vez que se introduce el tema del medio ambiente en la agenda internacional, y dar paso a la creación del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). La conclusión a la que se llegó fue que los recursos naturales eran esenciales para el desarrollo económico y social, por lo que, el mal uso de ellos podía causar trastornos en el equilibrio ecológico. También, se retomó el tema de cómo afecta el crecimiento de la población mundial al agotamiento de los recursos, lo cual había sido investigado y presentado por el Club de Roma en su informe "Los Límites del Crecimiento". Por lo tanto, era necesario empezar a planificar tanto los asentamientos humanos como la distribución de los recursos naturales; ir concientizando a la gente por medio de la educación ambiental; y ayudar con asistencia técnica y financiera a aquellos países que lo requirieran, sobre todo a los países en vías de desarrollo que eran los más vulnerables.
Independientemente a lo anterior, no todo fue un triunfo. La Conferencia no logró reunir a todos los Estados, ya que la URSS no tomó parte debido a que afirmaba que el limitar el uso de los recursos de los Estados era una trampa de los países desarrollados, causantes de la contaminación, para limitar el crecimiento de los países en vías de desarrollo.
Otro problema o limitante fue la creación del Principio 21 de la Conferencia, propuesto por Canadá, el cual tuvo un doble impacto para los futuros compromisos en temas de medio ambiente, ya que por un lado defiende la soberanía y responsabilidad de cada Estado sobre sus recursos, es decir, que el Estado es el único actor que tiene control sobre los recursos de su territorio y tiene la libertad de explotarlos a su beneficio; pero, por otro lado, el mismo Principio dice que esa misma libertad se encuentra limitada mientras no afecte a terceros. Normalmente, esta última parte es la más ignorada y todos los países ocupan sólo la primera para deslindarse de sus responsabilidades internacionales.
A manera de conclusión, se puede decir que la Conferencia fue un parteaguas a nivel internacional por demostrar que el desarrollo, defenido por el capitalismo, no es sostenible a largo plazo, ya que vivimos en un planeta con recursos finitos. Igualmente, hace un llamado de concientización y reconoce que la degradación del medio ambiente es un problema transfronterizo, por lo que se tiene que trabajar de manera conjunta entre todos los Estados.
Fuentes de consulta:
Organización de las Naciones Unidas, Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, [en línea], ONU, Dirección URL: http://www.ambiente.gov.ar/infotecaea/descargas/estocolmo01.pdf, [consulta: 12 de febrero 2016]
s/a, Los errores tecnológicos y humanos más importantes del siglo, [en línea], México, Dirección URL: http://www.taringa.net/post/apuntes-y-monografias/15315956/Los-errores-tecnologicos-y-humanos-mas-importantes-del-sig.html, [consulta: 12 de febrero 2016]
